En la vida hay cosas que siempre recordaras, aunque no recuerdes la fecha o el dia exacto que ocurrio aquel suceso, siempre recordaras lo mas importante, como el primer dia que fuiste al jardin de infantes, aunque hayas estado con muchas ganas de sentir esa exitante e intrigante sensacion de asistir y saber que es lo que te espera, tambien en momentos te invadian los detestables nervios, aun asi, ya una vez adentro, conoces a esas primeras personas que para ti eran tus "amigos" aunque no sabias casi nada de ellos, pero lo eran; tambien conoces a la profesora, que siempre cada mañana estaba puntual en la entrada de la institucion (a veces pensabas que vivia ahi o dormia ahi) para cogerte de la mano y llevarte con la alegria despampanante que la caracterizaba de las demás. Y luego los juegos divertidisimos entre todos, risas, carcajadas, a veces llantos por hacernos daño (pero en un momento se iba la tristesa por el ambiente que respirabas) pero la cosa importante era pasarla bien, conocerse entre todos, llevarse bien.
Desde ahi, aunque no lo creas, vas creando (y conociendo) uno de los mas maravillosos bosquejos artísticos que jamás de los jamases debes dejar de seguir pintando, retocando, restaurando, y eso de lo que hablo es... La Felicidad.
Hace poco también recordaba la infancia: volar cometas, resbalar sobre cartones, capturar renacuajos, correr coches de madera, etc.
ResponderEliminarObviamente esos recuerdos son el prólogo involuntario de un futuro gran hombre y una obra de arte que se bosqueja con rasgos de niño y termina junto con el hombre.